En la carga de mi nombre, al que no me acostumbraba en la infancia.
Era extraño, sonaba raro. Aquel que me conocía lo pronunciaba mal.
Me contaron que era Mapuche, no indague demasiado en la infancia.
Creciendo, preferí acompañar al oprimido, al apartado. Me identifique, por tener nombre raro.
Mis ideas de a poco se fueron formando, me mantuve de este lado.
Mi nombre es mapuche. Descubrí, no hace mucho, que aparece en una leyenda. Desde mi infancia supe que significaba "torbellino", en la leyenda: "viento travieso de montaña".
Se traviesa, rompe las reglas, revolucionate, cambia y revoluciona al cercano.
En la raresa-originalidad me descubrí, me identifique y me quedé.
Me encontré con que aquellos que revelaron mi nombre eran: raros, oprimidos, apartados. Me descubrí, me identifique.
Soñé con ser adulta y tener posibilidad de defenderlos, se los debía por el amor que había descubierto en la raíz de mi nombre. No lo hice, cambie mis planes por algo menos riesgoso y lejano. Si era mamá alguna vez, mis hijos también serían raros, y seguramente apartados, oprimidos, porque sus nombres también serían mapuches. Defendiendo esa línea de quedarse de esté lado.
Hoy revuelvo en mis planes, que tal si hubiese cumplido con ir a defender a los mapuches? aquellos que visite en Neuquén hace tiempo. Si la ambición hubiese permitido que reprimieran estando ahí? Si mi escapé era nadar? Yo que tampoco sé hacerlo. Si alguien con uniforme se vale de su fuerza y su poder encerrado en un arma para lastimarme? Por creer en la herencia legítima de tierra sin papeles intermediarios.
Si nunca más me hubieras visto, preguntarías por mi? Si el viento no te acerco más mi aroma y se encargó de borrar mis huellas, perderías mi rastro, dejarías que me pierda? Si no oís más,siquiera un susurro de mi canto, te quedarías sin voz?
Esta vez no fui yo.
Podría haber sido yo, no fue así. Fue él está vez, fue ella tiempo antes, fueron ellos en otra época. Aunque "ajeno" es tan propio, igual duele.
Vitta, Meulen Julieta
